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La producción de granos es una de las actividades más importantes en el sector agrícola cruceño, el cultivo de soya lidera la producción seguido por el cultivo de maíz, trigo, girasol y sorgo.

Estos alimentos estratégicos garantizan la seguridad alimentaria del país además de dar la oportunidad a los empresarios agrícolas a buena ganancias gracias a la exportación de sus excedentes.
Pese a todos los avances tecnológicos a los cuales los productores pueden acceder la madre naturaleza hace prevalecer su presencia puesto que las sequías o exceso de lluvias determinan la calidad y cantidad de producción de dichos cultivos.
En la gestión 2018 la producción total de estos granos fue de 4.495.000 toneladas que significan un incremento de 4% con relación a la gestión 2017, pero que representan una disminución de 10% respecto a la producción de granos que se obtuvo en el año 2014, situación que demuestra que el sector productivo se encuentra estancado sin poder recuperar la producción de mejores años.

Comparando la producción de acuerdo a ciclos, en la campaña de verano 2017-2018, en los cultivos de soya, maíz y sorgo, se produjo 2.547.000 toneladas, que significaron un incremento de 9 % con relación al verano anterior; y en la campaña de invierno 2018, se logró producir 1.947.000 toneladas de granos de soya trigo, girasol, maíz y sorgo, con una disminución de 2 % con relación a invierno 2017.

Respecto a estas cifras, el presidente de Anapo Richard Paz aclaró que la disminución de producción en la campaña de invierno, se debió a las condiciones climáticas adversas, principalmente de sequía prolongada que afectaron los niveles de productividad en los cultivos de maíz, sorgo y trigo, principalmente.
Además la producción total de granos en 2018, representó un movimiento económico de al menos $us 1.160.000.000, que fueron distribuidos en toda la cadena productiva de alimentos, representando un incremento de 13% con relación a 2017.
Es sin lugar a dudas una situación de estancamiento para el sector productivo en sus niveles de producción, de acuerdo a las cifras
arrojadas en los últimos años, sin poder recuperar la producción obtenida en periodos anteriores, y que por una parte, se debió a la afectación de los cultivos por condiciones climáticas adversas y por la otra, a la falta de políticas del Gobierno que brinden una solución a los problemas estructurales existentes para ampliar la frontera agrícola.
Pese a dicho estancamiento la producción de granos es una actividad muy variante gracias al simple hecho de que el clima muestra mejoría y si a ello se le suma las nuevas variedades de materiales genéticos que son liberados año tras año.

Soya
En 2018 se estima alcanzar una producción total de 2.720.000 toneladas, que representa un incremento de 8 por ciento con relación a la gestión anterior, pero es inferior en 2 por ciento, comparado con el promedio de los últimos 5 años.
La producción de soya no recupera los niveles producidos en el año 2014, donde se había obtenido una cantidad de 3.050.000 toneladas, debido principalmente a las condiciones climáticas adversas de sequía prolongada presentada en la campaña de verano, que ha disminuido los rendimientos.
Cabe destacar una nueva variedad recién liberada la cual tiene la característica principal de ser tolerante a la sequía. ‘HB4’ es el nombre de este nuevo evento que posee un fenotipo de tolerancia a la sequía, gracias a la introducción del gen HaHB4 que proviene del girasol, cuya función está relacionada con la respuesta de esta planta a diversos estreses abióticos. La tecnología HB4 se originó en el ámbito académico argentino, en un trabajo desarrollado por científicos de la Universidad Nacional del Litoral y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). En las etapas avanzadas de este proyecto, Bioceres, empresa biotecnológica argentina dedicada al desarrollo de tecnologías, a través del Instituto de Agrobiotecnología Rosario (Indear), se hizo cargo de todos los procesos necesarios para que los distintos cultivos modificados por la introducción de la tecnología HB4® alcancen el mercado. De acuerdo a ensayo realizados en otros países de la región, el rendimiento de la soya con el evento HB4 llegó a ser hasta un 30% superior en condiciones de sequía extrema, comparado con la misma variedad de soya sin el evento HB4. La introducción de este evento biotecnológico ayudará sobremanera a enfrentar de mejor manera los graves problemas y pérdidas que en los últimos años ha causado la sequía a los productores de soya en Santa Cruz.

Trigo
En 2018 se pudo observar una producción total de 126.960 toneladas
de grano de trigo, que representan una disminución de 26 por ciento con relación a la producción del periodo anterior y una disminución de 30 por ciento respecto al promedio de los últimos cinco años.
La disminución de la producción se debió a las condiciones de sequía prolongada que se presentó durante el desarrollo del cultivo, en las principales zonas de producción de la zona este del departamento, afectando los niveles de productividad.

Girasol
En 2018 se registró una producción total de 136.250 toneladas, que significó un incremento de 19 por ciento con relación al anterior invierno y de 36 por ciento comparado con el promedio de los últimos cinco años.
El aumento en la producción se debió a un incremento en el área de siembra de un 6 por ciento y de una mejora en los niveles de productividad del cultivo de hasta un 14 por ciento, comparado con el periodo anterior.

Maíz
En 2018 se registró una producción total de 604.780 toneladas, que significan un leve aumento de 2 por ciento con relación a la gestión 2017 y un incremento de 6 por ciento comparado con el promedio de los últimos cinco años.
El aumento en la producción se debió principalmente al incremento en la superficie de siembra de la campaña agrícola de verano de un 24 por ciento comparado con el verano anterior.

Sorgo
En 2018 se registró una producción de 907.040 toneladas, con una leve disminución de 2 por ciento con relación a la gestión 2017 y mantiene un incremento de 23 por ciento comparado con el promedio de los últimos cinco años.

La disminución en la producción se debió a la menor productividad obtenida de 2,17 TM/ha con relación a las 2,45 TM/ha de la gestión 2017, y que estuvo generada por las condiciones de sequía prolongada durante el desarrollo del cultivo.
Hoy se emplea la agricultura comercial o moderna que nace de la expansión de la frontera agrícola en áreas no tradicionales, principalmente en el trópico especialmente en los departamentos de Santa Cruz y el Beni. Utiliza mano de obra asalariada y tiene acceso a líneas crediticias. El dinamismo de la agricultura comercial en Bolivia se evidencia en el incremento de las exportaciones.
Los granos en el mundo. Las últimas previsiones de la FAO para la oferta y la demanda mundial de granos continúan apuntando a una campaña comercial 2018/19 en general desahogada. Se espera que una vez concluidas las temporadas de 2019 las existencias mundiales desciendan ligeramente por debajo de sus niveles récord de apertura. En América Latina y el Caribe, a pesar de la -mejora de las previsiones para las cosechas de la segunda temporada, las condiciones de tiempo seco asociadas al fenómeno de
Producción En Santa Cruz. Según datos de la CAO, al inicio de la siembra para la campaña de verano 2015-2016, proyectan, una superficie cultivada de granos de 1.201.800 ha lo cual significaría, un incremento de solo 1,1% respecto la anterior campaña agrícola 2014-2015. CAO da a conocer que de las 923.000 ha cultivadas durante la campaña de invierno 2015, han llegado a obtener 788.835 toneladas de granos esperando una cantidad relativa en la campaña de invierno 2016.
De acuerdo al INE el Producto Interno Bruto (PIB) del departamento cruceño, en el período 2017, llegó a 10.848 millones de dólares, con un crecimiento del 6,72% respecto a 2016. Este porcentaje es el más alto con relación a los demás departamentos.
Las actividades económicas que reportaron mayor crecimiento fueron: Agricultura, Silvicultura, Caza y Pesca con el 10,87%, Construcción con 9,02% e Industrias Manufactureras con 7,04%.
En la estructura del PIB departamental, se destaca la participación de la Agricultura, Silvicultura, Caza y Pesca con el 17,22% y de las Industrias Manufactureras con 14,36%.
El último Censo Agropecuario (2013) (INE 2015) confirma que más del 50 % de las unidades productivas agropecuarias (UPA) – aproximadamente, medio millón, que involucran a casi un tercio de la población boliviana– se encuentran estancadas en economías de subsistencia, ligadas a la agricultura de baja productividad y con escasa disponibilidad de tierra productiva.
Maquinarias en el cultivo. Para que el grano llegue a su mercado final pasa por un sin número de etapas, en las cuales entra el trabajo del hombre y de la máquina. La utilización de maquinaria hoy en día se ha convertido en una necesidad para los productores ya que éstas son sus compañeras que trabajan junto a ellos largas jornadas. En la producción de granos la tecnología es intensiva y muestra de ello es el uso de capital, incorporando insumos industriales, uso de maquinarias como las sembradoras, pulverizadoras, cosechadoras, semillas certificadas, fertilizantes, riega artificial y control de plagas. En esta oportunidad destacaremos el trabajo realizado por la cosechadora Case IH que ha diseñado, creado y desarrollado el mejor sistema de cosecha del mundo, el sistema axial. Éstas cosechadoras son reconocidas por el gran rendimiento, la calidad superior de los granos y la excelente productividad en todas las condiciones.